*NARRA SAVANAH*
Salimos de la habitación y fuimos a la cafetería. Ninguna de las dos hablábamos, era una situación bastante incómoda así que decidí hablar yo primero.
Yo: Jade, no podemos seguir así, tenemos que aclararlo todo de una vez -dije seria, sentándome ya en la cafetería.
Jade: sí, esta situación va a acabar conmigo -dijo triste.
Yo: tienes que entenderme -dije desesperada- imagínate, yo allí en el hospital con muchos dolores y tú soltarme eso a la cara sin más explicaciones, los nervios de la operación, sé que me pasé...
Jade: sí y lo siento, debería de haberte esperado en vez de seguir un impulso... lo siento -dijo secándose las lágrimas.
Yo: disculpas aceptadas -dije abrazándola- pero, -me separé- ahora sí cuéntame que nos hizo ese capullo de Ángel.
Jade: es difícil, no sé por donde empezar.
Yo: por el principio -dije riendo.
Jade: pues haber, por nuestro barrio vi a ese chico un día y me gustó, desde hace mucho tiempo, incluso desde hace más que empezara a salir contigo. Pero un día sucedió el milagro: llamó a casa. En aquel momento estaba confusa porque no sabía que hacía allí, ahora entiendo que iba a verte a ti, pero eso da igual. Empezó a ligar conmigo, nos besamos, me dijo que me quería y yo como una tonta enamorada me lo tragué -tomó aire y prosiguió- Unas semanas después me dijiste que ya era hora de que me presentaras a tu novio y cuando vi como te besaba y quien era me morí, tenía ganas de llorar, de gritar, de correr y desaparecer porque tú me habías quitado a mi chico. Poco tiempo después me enteré de que cortasteis y me di cuenta de que... tú no sabías nada.
Estaba inmóvil; con todo el maquillaje en las mejillas y unas ganas de levantarme e ir a pegarle una paliza a ese imbécil que un día nos enamoró a las dos y nos hizo odiarnos... De repente no escuchaba nada y veía borroso, estaba tumbada. Jade me miraba llorando y preocupada, más personas se acercaron. Me cogieron en brazos y sentí que me movían.
En ese momento echaba de menos mis goteros, la cama de hospital, la enfermera que me cuidaba, las visitas, las canciones de los chicos que siempre me hacían reír, los besos de Harry, las caricias de mis padres, las charlas con Jade, la picardía de Zoe, la ternura de Niall, los chistes de Louis, las tonterías Liam y Zayn, el médico que me decía que todo estaba bien. En ese momento... eché de menos el aire.
*NARRA JADE*
Cuando Savanah empezó a caer de la silla me levante rápidamente a cogerla y cuando me di cuenta había un montón de gente a mi alrededor y oí la sirena de una ambulancia y me puse muy nerviosa mas de lo que yo ya estaba. A la que me di cuenta estaba llorando y Savanah no reaccionaba, los chicos bajaron no estoy segura para que y al ver lo que pasaba vinieron corriendo y los de la ambulancia también, Zayn me cogió por la cintura para que me apartara, pero lo único que consiguió fue que le pegara.
No sabia que hacer pero cuando ya lleguemos al hospital en la ambulancia me tranquilice un poco, pero seguía muy nerviosa e irritada. Nadie se atrevió a hablarme, de lo cual me alegre un poco porque sabia que si alguien me hablaba o cualquier cosa sabia que me derrumbaría y empezaría a llorar de nuevo.
Cuando ya estuvimos un rato en el hospital la enfermera me llamo, para que fuera a hablar con ellos me puse nerviosa, pero me acerque a ella.
Enfermera: Jade, tu amiga Savanah no esta muy bien, se que esto te va a dolor pero ya que sus padres no están aquí ella decidió que fuera tu la que tomara la decisión de si vive o muere. - Cuando dijo eso no supe que decir solo salí corriendo de allí lo que consiguió poner nerviosos a todos.
Zayn y Louis salieron corriendo detrás de mi pero no lograron alcanzarme, estuve un rato andando y pensando en todo lo ocurrido y en porque Savanah me eligió a mi para decidir no sabia que hacer así que volví al hospital con todo el maquillaje en las mejillas y pensando en lo que iba a decirle a los chicos, a Zoe y a Cristina, ya que ella y Savanah habían hecho muy buenas migas. ¿Que iba a hacer? ¿Como se lo iba a decir a Harry? ¿Y a los demás? No se que hacer.
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